inundado por um mistério de luz que é Deus e N´Ele vi e ouvi -A ponta da lança como chama que se desprende, toca o eixo da terra, – Ela estremece: montanhas, cidades, vilas e aldeias com os seus moradores são sepultados. - O mar, os rios e as nuvens saem dos seus limites, transbordam, inundam e arrastam consigo num redemoinho, moradias e gente em número que não se pode contar , é a purificação do mundo pelo pecado em que se mergulha. - O ódio, a ambição provocam a guerra destruidora! - Depois senti no palpitar acelerado do coração e no meu espírito o eco duma voz suave que dizia: – No tempo, uma só Fé, um só Batismo, uma só Igreja, Santa, Católica, Apostólica: - Na eternidade, o Céu!
Jean-Marie Guénois, corresponsal de asuntos religiosos del diario francés Le Figaro, ha informado (citado más abajo) de la preparación de un golpe alemán, estilo Vaticano II, para el Sínodo de la Familia.
Sínodo de la Familia: Discretísimo encuentro de los Reformadores en Roma
Jean-Marie Guénois
Le Figaro
22 de Mayo de 2015
Le Figaro
22 de Mayo de 2015
El lunes [25 de mayo] varios episcopados europeos debatirán la acogida de los divorciados vueltos a casar y los homosexuales en la Iglesia.
La iniciativa se ha mantenido con mucha discrección, de hecho en secreto,pero es importante. Según nuestra información, tres episcopados – el alemán,el suizo y el francés – se han reunido con el fin de organizar, a puerta cerrada,el lunes 25 de mayo, en Roma, en las instalaciones de la jesuita Pontificia Universidad Gregoriana, un día de estudios centrados en la acogida de los divorciados vueltos a casar y las personas homosexuales en la Iglesia. Teólogos alemanes de renombre tomarán la palabra ante un público escogido de sólo cincuenta personas. La conferencia de clausura se hará por el cardenalReinhard Marx, Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana. Junto con el cardenal Walter Kasper, este influyente cardenal –miembro del C9, consejo asesor del Papa – trabaja activamente en una política de apertura de la IglesiaCatólica en dichos asuntos.
En el Vaticano sólo unas pocas personalidades han recibido una invitación.