sábado, 9 de maio de 2009

"Anjos e demónios" de Dan Brown é um filme blasfemo contra Igreja católica que desaconjelhamos




Angeles y Demonios, la película basada en la novela del mismo nombre que saldrá a la luz el 15 de mayo de 2009

Joseph Dias, secretario general del Foro Secular Católico (CSF) explica los contenidos anticatólicos del libro y el film; y se une al boicot la Liga Católica (Catholic League – EEUU).

No compren el libro, no vayan al cine.

Nota del editor: La Liga Católica (EEUU) y el Foro Secular Católico (CSF – India) han unido sus fuerzas para prohibir el film anticatólico de Dan Brown “Ángeles y Demonios” que será lanzado en mayo. En el siguiente artículo, Joseph Dias, secretario general del CSF explica una por una las mentiras del libro de Brown que lleva el mismo nombre: Ángeles y Demonios. Particularmente iluminador es el testimonio del personal de la película que da a conocer el Padre Bernard O’Connor, un sacerdote canadiense y oficial de la Congregación para las Iglesias Orientales de la Santa Sede que estuvo en Roma el año pasado, cuando el director Ron Howard estaba filmando la cinta. O sea, quien sabe, de repente Dan Brown, Tom Hanks y Opie Taylor son los Illuminati…

Por Joseph Dias

Dan Brown, el autor del Código Da Vinci, parece haberse convertido en un experto en el arte del anticatolicismo y ahora lleva su agenda anticatólica un poco más allá con su novela “Ángeles y Demonios”. Además, el Co-productor, Brian Grazer, quiere que esta nueva cinta sea “menos reverente” que El Código Da Vinci, es decir más liberalmente anticatólica, que ya lo es, si es que uno mira solamente el libro.

Uno no podría objetar a los realizadores, si es que hubieran dejado de lado a figuras históricas y a la Iglesia Católica al hacer su cinta “de culto”. Sin embargo, esto no ha pasado y el film tiene que ver con una serie de personajes históricos y eventos, con mentiras sobre ellos y una satanización de la Iglesia Católica en toda la trama. Las mentiras en la película hacen complicado que uno separe lo que es ficción; y quienes no están familiarizados con la historia de la Iglesia Católica están condenados a irse, después de verla, con una mala opinión de ella.

LA HISTORIA

Tom Hanks como Robert Langdon

El protagonista en ambas obras, El Código Da Vinci y Ángeles y Demonios, es el especialista en simbología de Harvard, Robert Langdon (personaje interpretado por Tom Hanks). En Ángeles y Demonios (la película basada en la novela del mismo nombre que saldrá a la luz el 15 de mayo de 2009), Langdon es reclutado por la CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) para investigar lo que ha sucedido con unos de sus físicos: fue encontrado muerto con un misterioso símbolo grabado en el pecho. Este símbolo era el de una sociedad secreta que se creía extinta desde hace mucho, la Hermandad de los Illuminati.

Con el tiempo, Langdon se convence cada vez más de que los Illuminati han regresado. De acuerdo a Brown, la organización, que tenía a Galileo entre sus miembros, fue fundada para afirmar la supremacía de la ciencia sobre la irracionalidad de la religión, especialmente el catolicismo. Ahora busca la venganza, habiendo capturado la antimateria, una peligrosa sustancia descubierta por el científico que fue asesinado. La misión de Langdon es detener a los Illuminati antes de que destruyan al Vaticano con una bomba de tiempo generada a partir de la antimateria.

¿Por qué son anticatólicos el libro y la película?

* Un sacerdote y una religiosa se unen para inseminarse artificialmente: Se puede apreciar la representación de un joven sacerdote que antes de convertirse en Papa se enamora de una religiosa. Ambos desean un hijo, pero también quieren permanecer castos, por lo que recurren a la inseminación artificial.

* Distorsión de hechos concernientes a la vida real: El engaño de Brown está en que intercala personajes de la vida real como Copérnico y Galileo, así como organizaciones verdaderas, como los Illuminati; con asuntos reales como la ciencia y la religión; para llegar así a sus propias y elaboradas conclusiones, que no tienen ninguna raíz histórica ni se basan en hechos históricos; y terminan siendo simples y flagrantes mentiras.

* Falso retrato de la Iglesia Católica: Dan Brown sabe lo que la historia dice y sin embargo deliberadamente lo representa mal. Su distorsión adrede de la verdad está pensada para calumniar a la Iglesia Católica. Brown quiere mostrar que la Iglesia Católica ve a la ciencia como el enemigo y que no se detendrá ante nada para hacerlo a un lado.

* Mentiras sobre la CERN y la antimateria: Brown comienza con una página de “hechos” en la que menciona a la CERN. La describe como una entidad suiza que ha creado la antimateria, “la más poderosa fuente de energía conocida por el hombre”. Es tan poderosa que “un solo gramo de antimateria contiene la energía de una bomba nuclear de 20 kilotones, el tamaño de la bomba arrojada sobre Hiroshima”. Esto simplemente no es cierto.

* CERN clarifica el asunto con hechos: La CERN ha recibido muchas preguntas sobre lo que Brown alega, tanto así que tiene una sección especial en su sitio web para responderlas. Por ejemplo, la web precisa que “CERN no es un instituto suizo, sino una organización internacional”; está localizada en Suiza y parcialmente en Francia. La antimateria sí existe, y es creada rutinariamente en la CERN, pero “no existe la posibilidad de usar la antimateria como una ‘fuente’ de energía”.

Una pregunta común que le hacen a las autoridades de esta organización es: “¿Hacen la antimateria como se describe en el libro?” La respuesta es clara: “No”. Todo el mundo quiere saber qué tan peligrosa es la antimateria en realidad. La CERN precisa que ésta es “totalmente segura, dadas las diminutas cantidades en las que la hacemos. Sería muy peligroso si hiciéramos algunos gramos, pero esto nos tomaría miles de millones de años”.

* La Iglesia Católica usa cualquier medio para liderar la venganza: Más importante todavía, Brown dice en la siguiente página que “la Hermandad de los Illuminati es un hecho”. ¿Y qué buscan los Illuminati? En el libro se dice que “los Illuminati fueron cazados sin piedad por la Iglesia Católica”. En el trailer de la película, Tom Hanks, quien hace el papel de Langdon, dice de la sociedad secreta que “la Iglesia Católica ordenó una masacre brutal para silenciarlos para siempre. Ellos han vuelto por la revancha”. En las páginas 39-40 del libro, se dice que los Illuminati fueron fundados en el siglo XVI, la película afirma lo mismo. En la página 223 se dice que “la palabra de la Hermandad de Galileo comenzó a difundirse en la década de 1630 y que científicos de todo el mundo hacían una peregrinación secreta a Roma esperando poder unirse a los Illuminati….”.

El director de la película, Ron Howard, concuerda: “Los Illuminati se formaron en el siglo XVII. Eran artistas y científicos como Galileo y Bernini, cuyas ideas progresivamente fueron amenazando al Vaticano”. Brown, en su sitio web, reafirma esta idea central: “es un hecho histórico que los Illuminati querían vengarse del Vaticano en el siglo XVII. Los primeros Illuminati –los de la época de Galileo– fueron expulsados de Roma por el Vaticano y cazados sin misericordia”.

* Mentiras sobre los Illuminati: La verdad es que ningún miembro de los Illuminati fue cazado y mucho menos asesinado por parte de la Iglesia Católica. Saber exactamente quiénes fueron los Illuminati demuestra lo falsas que son las afirmaciones de Brown. Los Illuminati fueron fundados por un profesor de leyes llamado Adam Weishaupt, en Baviera, Alemania, el 1 de mayo de 1776. No duraron mucho: colapsó totalmente en 1787. Este no es un asunto en disputa, así que arrastrar a Galileo a esta fábula es bastante deshonesto. Él murió en 1642, casi 150 años antes de que los Illuminati fueran fundados. ¡Brown tiene que saber todo esto porque en su propio sitio web hay una sección sobre los Illuminati que correctamente precisa su fundación en 1776!

*Canonización y la Santa Comunión “prestadas” del paganismo: Ángeles y Demonios afirma que la tradición de la Iglesia de la canonización está tomada de un antiguo rito “para hacerse dios”. Pero los santos no son personas hechas dioses, y en ningún caso los orígenes paganos de la canonización podrían haberse explicado con precisión porque no son tales. No existe, además, absolutamente ninguna evidencia para la afirmación de Brown sobre el hecho que morir por los pecados de otros sea una idea cristiana robada al legendario rey azteca Quetzalcoatl. La Santa Comunión, según Brown, es un concepto que fue tomado de los aztecas. Pero el hecho concreto es que la Cristiandad precede a la civilización azteca por más de 1000 años.

* Más mentiras históricas sobre personajes reales: El libro considera que la CERN inventó Internet, lo que es a todas luces falso. Le da el crédito a dos reporteros de la BBC (de Inglaterra) que ganaron el Premio Pulitzer, pese a que este premio solo se entrega a estadounidenses. Afirma además que Winston Churchill fue un “católico incondicional”, cuando la verdad es que nunca fue católico. Presenta la idea de que la Iglesia Católica es muy rica, cuando en realidad su presupuesto anual de operación se podría comparar al de un quinto de la Universidad de Harvard (EEUU). El libro dice que Copérnico fue asesinado, cuando la historia precisa que murió de un ataque. El texto señala además que Galileo fue un pacifista, aunque no hay evidencias de que lo fuera. Brown toma una creencia: que los científicos cristianos consideran inadecuado el tratamiento médico para una persona joven y lo atribuye falsamente al catolicismo. Pinta además, falsamente, a los católicos como opuestos a la enseñanza de la evolución e identifica a una organización protestante, la Christian Coalition (Coalición Cristiana) como una entidad católica, cuando no lo es.

*El Papa Pío IX retratado como un desviado sexual: Brown quiere promover todo tipo de estereotipo negativo sobre la Iglesia Católica. Uno de los favoritos de todos los tiempos es la alegada fobia de la Iglesia ante la sexualidad. Por eso no debe sorprender que Brown presente al Papa Pío IX como un “maníaco eliminador de penes” que destruyó grandes obras de arte. “En 1857 –dice Brown en la página 159– el Papa Pío IX decidió que la representación masculina completa podría incitar a la lujuria dentro del Vaticano. Así que tomó un cincel y un martillo y destruyó todos los genitales de todas las estatuas masculinas dentro de la Ciudad del Vaticano”.

Pío IX, en vez de ir caminando por el Vaticano con su martillo en mano, golpeando las estatuas masculinas entre las piernas, en realidad apoyó pródigamente las artes y premió a los artistas por sus contribuciones. Es también conocido por haber renovado las pinturas en el Vaticano.

*El Papa Urbano VIII rechaza al escultor Bernini y la escultura de Santa Teresa (de Ávila): Brown guarda sus mejores armas para la supuesta mala reacción del Papa ante la obra maestra de escultura de (Gian Lorenzo) Bernini, “El éxtasis de Santa Teresa”. Según Brown, “el Papa Urbano VIII había rechazado ‘El éxtasis de Santa Teresa’ por ser una obra sexualmente explícita para el Vaticano. Así que la desterró a alguna oscura capilla en el otro lado de la ciudad”. En la misma página, la 442, se lee que “la escultura, como cualquier persona que la ha visto puede atestiguar, era cualquier cosa menos algo científico-pornográfico, pero ciertamente no científico”. En la siguiente página escribe que “la estatua representaba a Santa Teresa sobre su espalda en la agonía de un intenso orgasmo”.

Nuevamente, Brown simplemente crea “hechos” que calcen en su agenda. Para los principiantes en la escultura, Teresa no está sobre su espalda, sino que está sentada. En cuanto a Urbano VIII, no fue un adversario de Bernini, sino que fue su amigo y patrono. En una biografía de Arthur Lubow sobre este gran artista, se precisa que durante los 20 años de pontificado de Urbano VIII, Bernini fue tratado como si fuera de la realeza por el Papa. De hecho, Bernini fue el favorito de todos los Papas mientras vivió, y fue condecorado con la Cruz de la Orden de Cristo.

* Brown eleva a la ciencia al lugar de Dios: En la página 31, uno de los personajes de Brown se regocija al decir que “pronto se probará que todos los dioses son falsos. La ciencia dará la respuesta a casi todas las preguntas que el hombre pueda hacer”. Así que, ¿qué cosa queda? “Sólo quedan algunas preguntas”, escribe Brown, “y esas son las preguntas esotéricas”. ¡Como por ejemplo el verdadero sentido de la existencia! En la página 218, Brown se emociona tanto con la promesa de la ciencia que para expresarlo usa cursivas y exclama: “¡La Ciencia es Dios!“. En la página 474, se pone totalmente a tono: “La medicina, las comunicaciones electrónicas, los viajes especiales, la manipulación genética… estos son los milagros sobre los que les hablamos a nuestros hijos. Estos son los milagros que portamos como prueba de que la ciencia nos dará todas las respuestas”. Y luego se lanza por el oro: “Las antiguas historias sobre inmaculadas concepciones, zarzas ardientes y mares abiertos ya no son relevantes. Dios se ha vuelto obsoleto. La ciencia ha ganado la batalla”.

En esta perspectiva, ¿hay algo que la ciencia no pueda hacer? Evidentemente no. Aquí Brown presenta su postura más extrema (página 658): “¡La ciencia ha venido para salvarnos de la enfermedad, del hambre y del dolor! ¡He aquí la ciencia, el nuevo Dios de los milagros infinitos, omnipotente y benevolente! Ignoren las armas y el caos”. Le ha dado un elixir para los problemas personales: “¡Olviden la soledad fracturada y el peligro interminable. La Ciencia está aquí!”

*El hecho es que el catolicismo promovió la ciencia y la astronomía: la Ciencia no habría progresado si no hubiera sido así. “En los últimos 50 años”, afirma el profesor Thomas E. Woods, Jr., “virtualmente todos los historiadores de la ciencia… han llegado a la conclusión de que la Revolución Científica se debió a la Iglesia”. Para el sociólogo Rodney Stark la razón por la que la ciencia emergió en Europa y no en ningún otro lugar, fue el catolicismo. “Se sabe que en China, en el Islam, en la India, en la Grecia antigua y en Roma, todos tuvieron una muy desarrollada alquimia. Pero solamente en Europa esta alquimia se transformó en química. Por esa razón, muchas sociedades desarrollaron elaborados sistemas de astrología, pero solo en Europa esto llevó a la astronomía”.

El rol pionero de los católicos en la astronomía está fuera de discusión. J.L. Heilborn de la Universidad de California en Berkeley escribe que “La Iglesia Católica ayudó más que nadie financiera y socialmente al estudio de la astronomía por más de seis siglos, desde la recuperación de los estudios antiguos durante la última etapa de la Edad Media hasta la Ilustración”. Solamente los logros científicos de los jesuitas alcanzaron todos los rincones de la tierra.

¿Qué hizo al catolicismo tan amigo de la ciencia y por qué la ciencia se originó en Europa y no en otra parte? Stark sabe porqué: “Porque el Cristianismo representaba a Dios como un ser racional, sensible, fiable y omnipotente, y el universo como su propia creación personal. Se entendía entonces que el mundo natural tiene una estructura estable, racional, legal, que espera (en realidad que invita) a la comprensión humana”.

*La Iglesia y Galileo, muchas falsedades: Los mitos sobre Galileo son tantos que solo unos cuantos se dan el trabajo de consultar los hechos históricos para saber lo que en realidad sucedió. Brown explota esta ignorancia al máximo. Cuando afirma en la página 41 que los “datos de Galileo estaban fuera de discusión”, ni siquiera se acerca a la verdad. Por ejemplo, sabemos que las mareas se explican por las fuerzas gravitacionales de la luna. Pero la fijación de Galileo sobre la tierra girando alrededor del sol no le permitió comprender esto, él pensaba que las mareas debían comprenderse a partir del hecho de que la tierra giraba alrededor del sol. Y lo que es más importante, lo que metió a Galileo en problemas no fueron sus ideas sino su arrogancia: hizo afirmaciones que no podía sustentar científicamente.

Si Galileo fue castigado por sostener que la tierra gira alrededor del sol, ¿entonces por qué Copérnico no fue castigado? Después de todo, Copérnico tuvo esta idea antes de que Galileo diera con ella, y como Galileo, también era católico. La diferencia está en que Copérnico fue un científico honesto: estaba contento con afirmar sus ideas a modo de hipótesis. Galileo rechazó hacer lo mismo, incluso cuando no podía probarlas.

Si la Iglesia Católica quiso sacar a Galileo del mapa, ¿entonces cómo se explica que fuera alabado por su trabajo en Roma en 1611? ¿Por qué el Papa Pablo V lo acogió? ¿Por qué se hizo amigo del futuro Papa, Urbano VIII? Francamente, Galileo nunca se metió en problemas antes de que comenzara a insistir en que el sistema copernicano era positivamente cierto. Cuando estuvo de acuerdo con tratar esto como una hipótesis o como una proposición matemática, no sufrió ni una pizca.

En 1624, el Papa Urbano VIII le dio a Galileo medallas y otros regalos, y le rogó que siguiera realizando su trabajo. De acuerdo a Woods, “Urbano VIII le dijo al astrónomo que la Iglesia nunca había declarado que el sistema de Copérnico era herético, y que la Iglesia nunca haría eso”. Esto, por supuesto, no es lo que Brown quiere que creamos. Ocho años después, Galileo escribió su “Dialogo sobre los principales sistemas del mundo”, lo hizo a pedido del Papa. Pero esta vez Galileo señaló que la teoría copernicana era empíricamente cierta. Además, se presentó como teólogo, no solamente como matemático, y estuvo de acuerdo en hacerlo. La Iglesia no estaba complacida, y se sintió marcada por él. De igual modo, la comunidad científica no estaba impresionada. Su arrogancia era terrible para muchos fuera de la Iglesia así como dentro de ella.

Es fácil para nosotros decir que la Iglesia reaccionó exageradamente con Galileo. Esto es cierto. Pero es también importante notar que nunca fue torturado y no pasó un solo día en prisión. Fue confinado al arresto domiciliario en una modesta casa durante 9 años. Incluso pasó un tiempo en la casa del Arzobispo de Siena. No es exactamente la experiencia tipo gulag (campos de trabajos forzosos rusos en el tiempo de Stalin en donde murieron millones de personas) que nos han hecho creer. ¡Sería interesante saber como explicaría Brown el hecho que el primer líder de la Pontificia Academia para las Ciencias no fue otro que su “mártir” favorito Galileo Galilei!

Si la Iglesia Católica era tan anti-ciencia, ¿por qué el Papa Benedicto XIV otorgó el imprimatur (permiso eclesiástico oficial para la impresión de una obra católica. Con esta autorización se establece que no existe errores morales o doctrinales en la misma) a la primera edición de los trabajos completos de Galileo? Así lo hizo en 1741. Y si se necesita mayores pruebas para demostrar que lo abrasivo de Galileo tuvo algo que ver con la respuesta de la Iglesia, debe considerarse que científicos como el P. Roger Boscovich siguieron explorando las ideas copernicanas mientras Galileo fue encontrado “vehementemente sospechoso de herejía”. También debe notarse que a los católicos nunca se les prohibió leer a Galileo, incluso libros científicos de todo tipo circularon libremente durante y después de la censura a Galileo.

Las razones de Bill Donahue

Según Bill Donahue de la Liga Católica de Estados Unidos, “dentro de poco, el equipo formado por Dan Brown y Ron Howard habrán generado en la audiencia la creencia de que Galileo era miembro de una sociedad secreta, los Illuminati, y que ese grupo busca vengarse del Vaticano por la historia anti-ciencia de la Iglesia Católica. El hecho es que Galileo murió casi 150 años antes que los Illuminati fueran fundados el 1 de mayo de 1776. ¿Por qué mentir entonces? Porque su meta es mostrar a la Iglesia Católica como una enemiga de la ciencia, ¿y qué mejor forma que usar para esto a su mártir favorito, Galileo? La víctima perfecta, la mencionada persecución de Galileo, es citada así como prueba de la guerra de la Iglesia contra la razón”.

“Galileo nunca fue apresado o torturado. Su confinamiento fue un arresto domiciliario, aunque no garantizado, y estaba más en función de su arrogancia que de sus ideas: persistió en presentarlas (tomadas de Copérnico, un científico católico que nunca fue castigado) como científicamente precisas, algo de lo que incluso científicos de su tiempo se mofaban”.

* Testimonios anti Iglesia del personal que produjo la película: El Padre Bernard O’Connor, un sacerdote canadiense y oficial de la Congregación para las Iglesias Orientales de la Santa Sede, estaba en Roma el año pasado mientras el director Ron Howard filmaba la cinta. O’Connor se encontró dos veces con el personal de la misma y conversó de manera informal con unos 20 de ellos. Estaba vestido casualmente de modo que ninguno se dio cuenta de que era un sacerdote. Hablaron abiertamente, pensando que era solamente “un turista amistoso”. El Padre escribió un artículo sobre su experiencia en la revista mensual, Inside the Vatican (El Vaticano por dentro). Uno de los trabajadores que dijo ser uno de los “encargados” opinó así: “la miserable Iglesia está contra nosotros otra vez y nos está causando problemas”. Luego, hablando de su amigo Dan Brown, añadió “como muchos de nosotros, él con frecuencia dice que haría cualquier cosa para demoler esta detestable institución, la Iglesia Católica. Y triunfaremos. Ya verás”. Cuando el Padre O’Connor le pidió que precisara sus afirmaciones, el oficial de producción dijo “al final de esta generación no existirá más la Iglesia Católica, al menos no en Europa occidental. Y en realidad los medios merecen mucho del crédito por su desaparición”.

“Finalmente el público está entendiendo nuestro mensaje”, dijo luego. El mensaje está claramente definido: “la Iglesia Católica tiene que ser debilitada y eventualmente desaparecer de la faz de la tierra. Es la primera enemiga de la humanidad. Siempre lo ha sido”. Este mismo señor le da el crédito de esto a la “televisión, Hollywood, las industrias de la música y el video, junto con cada uno de los diarios que existen, pues todos dicen lo mismo”. Este sujeto también mencionó el rol que algunas universidades han jugado para minar el catolicismo.

¿Quiénes son los Illuminati y qué se dice que han hecho?

En realidad, los Illuminati fueron hombres de la Ilustración que creyeron poseer algún tipo de conocimiento especial que les permitiría reformar Alemania. Weishaupt, su fundador, les pedía a sus seguidores que dejaran a sus familias y amigos –a modo de culto– para que pudieran construir una sociedad revolucionaria. Antes de morir, renunció a todas las sociedades secretas y se reconcilió con la Iglesia Católica. Pero nada de esto se dice porque Brown quiere que creamos que los Illuminati todavía existen.

Pese a que los Illuminati murieron hace mucho tiempo (en 1787), la siguiente es una lista de algunas de las cosas que se dice han realizado. Los Illuminati habrían sido responsables del asesinato de los siguientes presidentes (de EEUU): Abraham Lincoln (1861-1865), William Henry Harrison (1841), Zachary Taylor (1849-1850), James Garfield (1881) y William McKinley (1897-1901). También fueron “probablemente” responsables del asesinato de Warren Harding (1921-1923) y “posiblemente” de Franklin Roosevelt (1933-1945). De cualquier modo, la muerte de la Princesa Diana también habría sido obra suya.

Ciertamente esta sociedad secreta “ha dejado su huella en la historia”. Aquí menciono algunos de los hechos históricos que serían su responsabilidad: la Revolución Francesa; la Revolución Rusa; alentar a Marx y a Engels para que escribieran el Manifiesto Comunista; un intento de derrocar a los Estados Unidos; persuadir al Papa para que disuelva a los jesuitas (a quienes algunos consideran como los fundadores de los Illuminati); manipular al Juez (John) Marshall (1801-1835), Presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos para que entregue los “poderes implícitos” del gobierno federal; instigación de levantamientos en Europa en la década de 1840; manipulación de Lincoln para que adopte un impuesto gradual.

Se dice también que los Illuminati habrían fundado: la Reserva Federal (de EEUU), las Compensaciones de trabajadores, la 16º enmienda (adopción de un impuesto federal a los ingresos); la Liga de Naciones, el Partido Comunista; el Plan Marshall; las Naciones Unidas, el Consejo par las Relaciones Exteriores, la Comisión Trilateral y el Banco Mundial.

También habría jugado un papel importante al fomentar la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial (habrían alentado a Hitler a invadir Polonia), la Guerra Fría y el 11 de septiembre. Es responsable además de los ataques al cristianismo y por dividir a los judíos ortodoxos de los conservadores. El SIDA, el Ébola y el Síndrome de la Guerra del Golfo serían también creación de los Illuminati. Incluso serían responsables del Huracán Katrina y de la Cruz Roja (que se benefició del mismo).

Joseph Dias es el Secretario General del Foro Secular Católico (CSF). Con comentarios de Bill Donahue, Liga Católica (Catholic League – EEUU)

Publicado por Marcelino
Fonte:devoción católica