terça-feira, 14 de abril de 2009

A próxima fronteira dos progressistas é um cristianismo ateu


Por ahora, seguimos en el ámbito del moribundo protestantismo histórico (que no debe ser confundido con aquellas denominaciones protestantes carismáticas y pentecostales, rígidas y moralistas al límite del sectarismo, y en gran expansión). Pero la experiencia de los últimos cuarenta años nos enseña que el catolicismo no es inmune a las influencias (mejor dicho, a las “pulmonías”) que provienen del protestantismo, transmitidas por aquellos virulentos gérmenes patógenos que son teólogos progresistas, liturgistas iconoclastas, innovadores obstinados, etc. Quién sabe si llegaremos también nosotros a resultados como éstos.

¿De qué estamos hablando? En Holanda, un pastor protestante ateo (debería ser un oxímoron, ¿no es cierto?), que se había hecho conocer publicando un manifiesto ateo, invita al Sínodo general de su “Iglesia” (las comillas son nuestras) a abrir un debate sobre la existencia de Dios. Muchos miembros de la “Iglesia” estarían convencidos de la utilidad de un debate de este género, como escribe este pastor, Klaas Hendrikse, al secretario general de su “Iglesia”, el pastor Arjan Plaisier. De hecho, según una encuesta reciente, uno de cada seis miembros ya no cree en la existencia de Dios o no está seguro de ella.

El pastor Hendrikse recuerda que la “Iglesia” protestante se considera tradicionalmente muy abierta. Él explica que su convicción, según la cual Dios no existe, se ha reforzado. [Y ahora, disfruten de lo que sigue: ¡es increíble!]. Explica en su libro: “La inexistencia de Dios no es un obstáculo para mí sino una condición preliminar para creer en Dios. Yo soy un creyente ateo. Dios no es para mí un ser sino una palabra que designa aquello que puede existir entre las personas. Si, por ejemplo, una persona os dice `No te abandonaré´ y luego mantiene esta afirmación, sería absolutamente apropiado llamar a esto Dios”. (ProtestInfo/eni: fuente Journal Chrétien).

La posición de este pastor está lejos de ser algo aislado: un caso asombroso ha ocurrido en Dinamarca, donde un pastor de la Iglesia de Estado, Thorkild Grosboll, ateo declarado, continuó ejerciendo su “ministerio” a pesar de que la obispa intentó removerlo. Sus afirmaciones para nada ambiguas son del estilo: “Dios pertenece al pasado. Está realmente tan fuera de moda que me sorprende que la gente moderna pueda creer en su existencia. Estoy totalmente harto de palabras vacías sobre milagros y vida eterna” (Ude og Hjemme, 24, 2005: fuente: wikipedia). Miren el argumento: Dios es una cosa pasada y fuera de moda. Esto nos recuerda “Las cartas del Diablo a su sobrino” de C.S. Lewis: el anciano diablo Escrutopo enseña al joven demonio Orugario que no es necesario perder tiempo convenciendo a los hombres de que Dios no existe: ¡la verdad no le interesa a nadie! Es mucho más útil hacer creer que el ateísmo está acorde con los tiempos, está de moda, es la convicción de las personas correctas y desenvueltas… Precisamente aquello que piensa el pastor Thorkild.

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Fuente: Messainlatino.it


Traducción: La Buhardilla de Jerónimo